El mantenimiento de los audífonos es esencial . Tratarlos bien, limpiarlos periódicamente y, entre otras cosas más, cambiarle los filtros anticerumen es algo que ayudará a que su vida útil se prolongue. Normalmente el audiólogo lo hace en cada una de sus revisiones pero también es algo que se puede hacer en casa.
En los audífonos intrauriculares y en los RIC , el auricular del audífono se sitúa en el interior del conducto auditivo. En dicho conducto se genera de manera natural el cerumen, que sirve para proteger el oído. Resulta muy beneficioso para la salud pero también es un enemigo de los audífonos ya que puede introducirse en el auricular. Para ello, los fabricantes idearon unos pequeños filtros para evitar que esto suceda y que así no se estropeen. Simplemente, funcionan como una barrera en la que el cerumen se acumula.
Existen diferentes tipos de filtros aunque podríamos dividirlos en dos categorías generales:
- Standard: existen varios filtros genéricos en el mercado. Esto no quiere decir que se puedan usar en todos los audífonos sino que los usan diferentes fabricantes en distintos modelos de su elección.
- Exclusivos: muchas marcas también utilizan filtros de diseño propio pensados especialmente para un modelo de audífono en concreto .
Consulta a tu audiólogo por el tipo de filtro. Eso sí, este filtro debe cambiarse periódicamente ya que se acaban taponando con el cerumen y, por lo tanto, evitando que el sonido del auricular se emita como es debido.
Lo habitual es cambiar este filtro cada dos o tres meses aproximadamente aunque depende un poco de cada persona . Hay gente que genera más cerumen que otra, o audífonos más aireados que permiten que se expulse más cerumen del oído.
Es mejor observarse. Cuando sea necesario cambiar el filtro lo notarás ya que tendrás la sensación de que el volumen de tu audífono es más bajo e incluso te puede llegar a parecer que no funciona . En ese momento, descubrirás cada cuanto tú debes cambiar el filtro.
Cambiar los filtros es algo sencillo que puede hacer el paciente sin necesidad de que acuda al centro auditivo, pero el centro siempre estará por supuesto dispuesto a hacerlo.