Las principales dificultades que han experimentado las personas que ya tenían pérdida auditiva antes de la llegada de la pandemia se han potenciado durante estos meses por varios motivos. El primero de ellos es que la distancia de seguridad de casi dos metros que se impuso afectó a aquellas personas que no tenían audífonos y esuchaban de forma deficiente. La segunda, las personas que además de este motivo necesitaban leer los labios pero las mascarillas lo han impedido.
Pero en esta entrada queremos poner de relieve aquellos problemas de salud relacionados con el coronavirus que han resultado una consecuencia o una manifestación de síntomas menos conocidos por la opinión pública.
En un porcentaje por determinar, pero no muy bajo, los casos de personas infectadas con el virus que provocaron sorderas súbitas o acúfenos son reales . Gracias al medicamento propuesto por las autoridades sanitarias para tratar los síntomas, Remdesivir, y a otros como esteroides intravenosos han conseguido recuperar parte de esa audición.
Hay diversos estudios científicos que además han demostrado que además de a las células pulmonares, la COVID19 afecta también a las células que se encuentran del oído medio . Un uso recurrente del Remdesivir y los esteroides en el tratamiento puede afectar a la audición en el futuro de forma negativa.
El uso de audífonos con el fin de no caer en una caída de la curva audiométrica es lo que recomiendan multitud de especialistas en los casos de pérdida de audición por coronavirus.
Y es que hay que tener especial cuidado con los efectos no sólo del coronavirus sino también de los medicamentos empleados, que aunque sean necesarios no se deben obviar los posibles efectos secundarios . Como mal menor, solucionar un caso de grave de covid a costa de una posible pérdida auditiva futura subsanable con audífonos es algo lógico en este contexto de pandemia.