Está demostrado que hay personas a las que la pérdida auditiva las puede provocar cierto deterioro cognitivo . Existen diferentes estudios al respecto que así lo demuestran.
Estos informes destacan que las personas más mayores sufren deterioros cognitivos incluso cuando la pérdida de audición es leve ( no superior a los 15 db ).
Para estas personas, perder audición es una manera de perder el contacto con el mundo que les rodea lo que les lleva a frustraciones por no poder entender a las personas que quieren o las de su círculo más cercano. También el no poder realizar de forma normailzada actividades como escuchar la radio o ver la televisión genera a veces sensaciones de enfado o tristeza, además de no sentirse comprendidos.
En este sentido, hay muchas personas mayores que tienen tendencia a perder contacto con el exterior recluyéndose en casa y de forma solitaria. Con este aislamiento comienza el declive físico y mental de los más mayores, por eso es necesario que interactúen con su entorno.
Perder audición, aunque sea de forma leve, hace que el cerebro tenga que esforzarse más a la hora de escuchar y comprender . Utilizan mucho más esa capacidad para poder entener las palabras que les están diciendo. A medida que empeora y se agudiza el problema de la audición el esfuerzo del cerebro para interpretar esos estímulos es mayor, provocando que una fatiga mental que reduce los niveles de atención en charlas de mayor duración.
La consecuencia del paso del tiempo es la que provoca esta pérdida auditiva de forma gradual por lo que es necesario someterse a revisiones de audición periódicas que permitan conocer el estado real en el momento para evitar que aparezcan problemas.
Los audífonos son la mejor solución para estos problemas.